La consejería cristiana es un ministerio de librar a las personas de las ataduras emocionales que les impide la felicidad y una vida victoriosa en Cristo. En el momento de recibir la salvación, Jesucristo nos perdona nuestros pecados y los echa al fondo del mar. Sin embargo, en muchas personas, quedan lastimaduras emocionales que necesitan ser sanadas. Esto también es parte del proceso de crecimiento espiritual y un gran paso hacia la santidad. El consejero cristiano es el instrumento de Dios para la liberación emocional y para encaminar al creyente hacia una vida plena en donde puede ser de bendición para otros.
En breve, se puede explicar la necesidad de la consejería de esta forma. El ser humano está constituido de una trinidad - espíritu, alma y cuerpo. El espíritu es la parte que necesita a Jesucristo como salvador, el cuerpo es la parte física que se puede enfermar, y el alma es la parte emocional. Con el espíritu sentimos la culpa y buscamos el perdón de Dios. Con el cuerpo sentimos el dolor físico y nos vamos con el médico a ser tratados. Pero, el alma también se lástima en lo emocional, pero no es siempre tan obvio, y pocas veces se busca solución, pero el daño existe. Cuando algo nos lastima emocionalmente decimos que nos duele hasta el alma. Más, sin embargo es de suma importancia buscar ayuda para esta parte de nuestra vida que no solamente nos daña a nosotros, sino también a los que nos rodean. Alguien con daños emocionales no puede ser efectivo en su vida cotidiana como padre o esposo, ni tampoco en el trabajo, y mucho menos en la obra de Dios - porque no lleva una vida feliz. Uno puede haber recibido a Cristo y amar a Dios, pero si sus problemas emocionales no están resueltos, no puede dar un buen testimonio. No olvidemos el deseo real de Dios en nuestras vidas, de que seamos plenamente felices. "El ladrón viene para hurtar y matar y destruir; yo (Jesús) he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia." Juan 10:10 Utilice esta explicación con personas religiosas que dudan de la eficacia de la psicología y que todavía no aprecian el ministerio de la consejería cristiana.
El consejero ministra a muchos tipos de personas con diferentes problemas. Muchos creyentes que nunca irían con un psicólogo, piden ayuda del consejero cristiano. Muchos inconversos que nunca se acercarían a un pastor evangélico, hablan de sus problemas con el consejero cristiano. De igual manera, muchos hermanos en Cristo comparten experiencias de sus vidas con el consejero cristiano, que les daría pena confesar a su ministro. No se limite de trabajar con personas de un solo sexo, ni de una sola religión. Como se ve, el consejero cristiano está en una posición muy especial para ayudar y ministrar.
Las personas vienen con el consejero cristiano comúnmente con problemas matrimoniales, con problemas en la relación padres-hijos, porque están sufriendo ansiedades o la depresión, y más veces de lo que quisiéramos reconocer porque hayan sido víctimas del abuso sexual o incesto en la adolescencia y no pueden superar las consecuencias emocionales en la adultez. Algunos consejeros se especializan en ayudar a la gente recuperarse del alcoholismo y drogadicción.
Sinceramente, para ser un buen consejero se necesita "entender la vida" y "no sorprenderse de nada." Se necesita comprender la vida de los jóvenes, la vida conyugal y poder hablar libremente del sexo. No digo que uno tiene que haber vivido los problemas para conocer la solución, pero si es a su favor tener edad y haber vivido algunas experiencias en la vida. En este trabajo, la experiencia si vale mucho. Después de todo, el trabajo del consejero cristiano es enseñarle a la gente como vivir, para que puedan tomar decisiones de acuerdo a la voluntad de Dios. La gente se educa y se madura con su consejero.
Ahora, la consejería cristiana no se debe confundir con el trabajo de discipulado o de dar estudios bíblicos. Eso sería ignorar el asesoramiento psicológico que se da. La consejería cristiana es terapia apoyada con la Palabra de Dios. Para ser un buen consejero cristiano hay que educarse en la psicología y en los problemas reales de la gente. Precisamente con este fin fue hecho el directorio de consejería www.psicologiapopular.com. Lee los artículos - cientos de artículos - y usted se educará en los aspectos prácticos de la psicología, útiles para la consejería.
Para empezar su ministerio de consejería, hay que conseguir personas que necesitan asesoramiento. Usted necesita promover su ministerio para conseguir pacientes.
1. Prepare tarjetas de presentación con su nombre, número de teléfono y el hecho de que eres miembro del (una asociación ministerial o profesional).
2. Vaya con los pastores del pueblo y explíqueles su ministerio. Pídales la oportunidad de hablar ante la femenil, el varonil, los jóvenes, etc. Ofrezca hablar sobre temas candentes como: "Cómo vencer la depresión", "Cómo prevenir el abuso sexual en los niños" y "Cómo ser buenos padres". Use los artículos dewww.psicologiapopular.com para preparar las pláticas.
3. Busque a líderes de estudios bíblicos en hogares y de grupos sociales de mujeres, y ofrezca dar una plática. Siempre y en todas partes, reparta sus tarjetas de presentación a todos presentes.
4. Si en su localidad se presentan programas cristianos en la radio o la televisión solicite una entrevista. Hable sobre la necesidad de estar sanos emocionalmente para poder servir a Dios como buenos padres, esposos, etc. No pague por la entrevista - que le inviten.
5. Más adelante, si usted es bueno para escribir o dar pláticas, puede poner estos por escrito en un libro o grabarlos en casete y venderlos en sus presentaciones.
6. Usted puede poner una página internet con unos artículos publicados por usted mismo. El fin no es para conseguir pacientes, sino para establecerse ante otros como un experto en consejería, y tener otra cosa de que hablar cuando usted promueve su ministerio. Use un proveedor gratis como Geocities.
Una pregunta importante es en donde asesorar a sus pacientes. No es recomendable usar su casa de oficina porque la gente le juzga por como se ve su casa, su jardín, sus hijos, etc. Como dijo Jesús, "Es difícil que el profeta sea reconocido en su propia tierra." Bueno, siempre hay excepciones, y quizá usted puede acondicionar una oficina adecuada en su casa. Sin embargo, toma como regla, que lo menos que sabe el paciente de su vida, mejor.
Si no tiene una oficina, usted puede ir con el paciente y visitarlo en su casa. Esto tiene dos ventajas. Primero, a la gente le gusta la atención personal y la conveniencia. Para usted, la ventaja es que hay menos cancelaciones de citas - que es siempre un problema en este ministerio. Acuérdese que está trabajando con gente que cuenta entre sus problemas la inconstancia. Es más cansado ir a las casas, pero con tres visitas al día, se puede ganar un sueldo módico. Recuerde que la gente apenas le está conociendo. Su ministerio crecerá.
Lo más recomendable es tener una oficina proporcionada por una iglesia gratis y de preferencia en un lugar céntrico o en una zona residencial. Después de que la gente en su pueblo le vaya conociendo, oramos a Dios que una iglesia desea apoyar su ministerio con el simple hecho de prestarle un cuarto entre semana. Así la gente viene con usted, y usted puede atender a más personas. Usted puede ofrecer asesorar a los miembros de la iglesia a mitad de precio, en cambio de la oficina. Sea en donde sea su oficina, siempre mantenga una mesa o escritorio para mantener la distancia entre el paciente y usted.
Es menester guardar un archivo de datos sobre cada paciente con un repaso de cada sesión con el. El archivo debe incluir: 1) Su nombre, 2) Su dirección, 3) Sus números de teléfono - casa, oficina, celular, correo electrónico, 4) Fecha del primer contacto con el paciente y su naturaleza, 5) Información demográfica, sexo, edad, etc., 6) Un récord correcto de la evaluación y tratamiento dado al paciente y cualquier cambio significante a través de la terapia, 7) La "Forma de consentimiento para recibir consejería cristiana" y otros contratos, 8) La fecha y naturaleza de cada asesoramiento dado, 9) Los nombres de los individuos con quién usted haya consultado acerca del paciente y la razón, 10) Una copia de cada examen psicológico dado y reporte escrito, 11) Récord de "pagos". Sea profesional y guarde siempre en confianza esta información.
El archivo también debe incluir la siguiente información apropiada y relevante: 1) La persona que le refirió, 2) Información familiar - estado civil, hijos, etc., 3) Información o condiciones especiales que pudieran impactar la terapia o causar estrés en el paciente - impedimento sensorio, nivel socioeconómico, impedimento físico, etc., 4) Observaciones acerca del lenguaje del individuo - no puede hablar bien, el español no es su idioma nativo, no puede leer, etc., 5) El historial médico/psiquiátrico - enfermedades, tratamiento, nombre de doctores, 6) Historial de uso de medicamentos y abuso de drogas y tratamiento recibido, 7) Patrón de uso de alcohol y tratamiento recibido, 8) Nombre del médico personal del cliente, 9) Número de teléfono con quien hablar en caso de una emergencia en que se incapacita el paciente. Mantenga al día la información y guarde los archivos de sus pacientes después de asesorarlos "para siempre."
Antes de terminar se tiene que considerar cuanto cobrar. Como consejero cristiano y miembro del clero, el término más apropiado sería, cuanta ofrenda pedir por sus servicios. Para empezar pida la mitad de lo que cobra un psicólogo, hasta que usted gana experiencia y clientela. Siempre hay casos cuando es necesario cobrar menos y aun hacer el trabajo gratis. Acuérdese que es un ministerio.
En conclusión, unas palabras francas sobre los aspectos legales de dar asesoramiento sin ser psicólogo. Los miembros del clero inventaron la consejería hace siglos, siempre han sido consejeros, y pueden aconsejar sin una licencia profesional. En los EEUU y otros países, se comprueba que es miembro del clero con el "Certificado de Ordenación." Consiga uno cuanto antes. Sin embargo, sin una licencia profesional de consejería o psicología, no se puede cobrar, pero si se puede recibir "donativos sugeridos" por sus servicios como miembro del clero.
En un país tan litigioso como los EEUU, prepare un formulario que cada paciente tiene que firmar declarando claramente que usted no es psicólogo, sino consejero cristiano y miembro del clero, que el paciente acepte recibir consejería cristiana que incluye prácticas espirituales, y que usted recibe remuneración por sus servicios en forma de "donativos sugeridos." Si el paciente es suicida o tiene una enfermedad mental, no lo atienda - refiéralo inmediatamente con un médico, psicólogo o psiquíatra.
No deje de prepararse para el ministerio de la consejería y de educarse en la psicología. Que Dios le de sabiduría al escuchar atentamente, sin juzgar y sin condenar, las historias que las personas le presentan, pero al mismo tiempo, ayudándoles a que examinen estas historias con el lente de Dios y con ojos espirituales. Que Dios le bendiga en su nuevo ministerio.
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